Tras la luz en el cielo

El grupo decidió comprar algunas cosas en la ciudadela de los artesanos de Meikos, luego pasaron también a La Fortaleza en busca de objetos mágicos, preparándose para un viaje hacia el norte, en Las Tierras Salvajes.

Pentamón 2 del 4 CH ép 9

Una vez cumplidos los preparativos, y luego de comprobar con la noche del segundo ciclo del mes que el pilar rojo seguía erigiéndose en el cielo del norte, partieron en sus escobas voladoras, Dante hizo lo propio a lomos de Cenizo. Menos de un cuarto de ciclo de noche dio paso al sol nuevamente, perdiéndose de vista el pilar, pero el grupo continuaba en la dirección que sabían que estaba ubicado el pilar. Así hicieron durante varios ciclos, mientras vigilaban sus alrededores, muy cambiantes en un inicio, pero luego siendo un bosque inmenso, casi infinito.

Pentamón 7 del 4 CH ép 9

Mientras recorren un bosque bajo sus pies y una cordillera en la lejanía al oeste, el grupo vio una especie de sombra delante y cerca de las copas de los árboles. Al intentar bajar su altitud, la sombra pareció desaparecer entre las copas, preocupados de que fuese algo que estuviese consciente de su presencia, continuaron su viaje hacia el norte.

Pentamón 8 del 4 CH ép 9

Mientras acampan en el octavo ciclo de su recorrido, Kradmus y Krog que hacen guardia, detectan un ruido extraño en el ambiente, casi como una mera vibración. Luego de un rato de prestar atención, observan que el sonido se intensifica y se vuelve cíclico, proviende el este. Algo parece acercarse desde esa dirección, un retumbar en la tierra y un sonido de ramas quebradas se va acercando, deciden despertar al resto. Todos eligen permanecer escondidos en el cobijo invisible creado por Flek.

A medida que se acerca más el sonido, se perciben unos pasos, los árboles se estremecen con cada retumbar, hasta que la criatura aparece, a unos 200 pies del grupo, aunque pasa de largo, logran observar unos pies con calzado, una piel azul clara, barba y una apariencia humanoide, aunque su altura casi llega a igualar a los pinos del lugar. Deciden no luchar ni revelar su ubicación y esperan a que pase de largo, luego de un rato, la criatura da la vuelta y pasa de nuevo hacia el este, hasta que se pierde de vista y no se vuelve a escuchar. El grupo aprovecha para partir y continuar en el aire.

Pentamón 11 del 4 CH ép 9

Luego de 9 ciclos de viaje, el grupo decide usar la magia para obtener respuesta de si deben continuar su viaje hacia el norte, con cada noche que llega, la luz se ha tornado cada vez más tenue, y en esta noche ya no es posible verla ni prestando mucha atención. Luego de un conjuro que busca guía, el grupo recibe una indicación de volver sus pasos y dirigirse hacia la cordillera del oeste, donde sus esfuerzos serán mejor orientados.

Pentamón 14 del 4 CH ép 9

Luego de orientarse con otros conjuros, el grupo está acercándose a la ladera de una montaña en la cordillera, el frio aumenta, el viento sopla fuerte y la montaña comienza tornarse gris por las rocas sueltas, ya tan alta que no se permite tener pinos en ella. El grupo ve una cicatriz en la montaña que la atraviesa lateralmente, a medida que se acercan pueden ver tiendas grandes de campaña, y diminutos puntos de lo que parecen ser criaturas que se mueven.

Descienden quedando al sur de la cicatriz, esperando acercarse por tierra de forma paulatina. A medida que se acercan pueden observar que las criaturas parecen humanoides, visten armaduras negras extrañas con unas especies de púas en sus hombros y codos. Las criaturas parecen darse cuenta de la presencia del grupo y rápidamente crean una formación de al menos 30 de ellas para recibirlos.

El grupo se acerca lo suficiente para poder hacerse escuchar, esperando que lo que acaban de encontrar pueda ayudarlos en su cruzada.