Unfait
Los primeros mortales concientes fueron los elfos silvanos. Su conección con Laiana hizo de su civilización una pacífica y sin ansias de poder. Esta característica, aunque previó los conflictos internos, impuso una enorme tranca en el desarrollo de esta civilización. Estos primeros 2 siglos fueron definidos por una paz inquebrantable, con los elfos silvanos viviendo de lo que cazaban, pescaban y recolectaban. Por supuesto que una paz inquebrantable no es precisamente lo que busca un dios de la guerra.
No todos los elfos silvanos estaban contentos con la monótona vida en los bosques primordiales. Desde que el Precursor pisó una ciudad humana por primera vez surgieron varios inconformistas en Unfait y Ognfait. Estos elfos afirmaban que tarde o temprano los mortales más violentos los atacarían. En el año 1034 se confirmarían sus sospechas con la invasión de Ylardos el Osado a Nanfait. Un grupo de insurgentes comienzan a cometer actos de terrorismo doméstico con el objetivo de tomar algún día el poder y militarizar Unfait y así prevenir una nueva invasión. Laiana permanece en silencio, por lo que los leales a los ideales pacifistas se contentan con defenderse cada vez que los guerrilleros atacan. El movimiento de la Rosa Gris crece hasta llegar a ocupar territorios más grandes, por lo que invaden un territorio del Imperio Occidental mientras las legiones se encontraban conquistando el norte. A partir de este punto los conflictos se vuelven más intensos. Pasado el Primer Invierno, Laiana hace acto de presencia y asesora la situación. Determina que el mejor curso de acción para evitar más muertes, tanto entre elfos como por una invasión de los imperiales, es el de permitir a la Rosa Gris el actuar como ejército oficial de Unfait y declararse una nación propiamente dicha, adoptando el escudo de la organización como el de la región entera.
- Capital: Árbol Primordial de Unfait
- Genitlicio: El'unfait.
- Idioma/s: Silvano. Algunos miembros de la Rosa Gris hablan otros idiomas.
- Esclavitud: Prohibida.
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