Península Ahndírica

Ahnderlauns Madya

Querida familia;

Os hecho mucho de menos. ¿Qué tal va todo por casa? Espero que bien. Por fin he conseguido llegar, el viaje ha sido horrible. El viaje por Nexia ha sido inacabable; los caminos están malcuidados en la mayor parte del territorio y el constante peligro de bandidos acechando me ha ganado unos ojerones de campeonato. Al menos la gente era amable, un encanto en realidad: me han dado de comer tantas veces en tantas granjas que tengo dinero para banquetes y... eso, jeje.

Aquí en Borelia las cosas están mas tranquilas, los avances en tecnomancia son increíbles, el nuevo geotren que une Ivernia con Ostaira y Lacorea es tan rápido que casi te arranca las pestañas si sacas la cabeza por las ventanillas. Me alegro de haber llegado, no puedo esperar a iniciar mis estudios en la Facultad de Artes Elementales de Faeria y demostrar mi pasión por la magia. A todo esto, ayer me crucé por primera vez con una faera, son lo más bonito que he visto en la vida. Tan chiquitinas y brillantes, con esas alitas casi invisibles, por poco la atropello en mis prisas. (...)

Extracto de Memorias de un Futuro Tecnomante, anónimo

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La Península Ahndírica, también conocida como las Ahnderlandas (en segeheo Ahnderlauns Madya) es una macropenínsula que se extiende al norte de las cuencas de Barodia entre el mar boreal y el estrecho de Hammar. Actualmente la componen tres países; Borelia, Florelia y Nexia-Maeridia, naciones hermanas que comparten tradiciones y costumbres aunque su coexistencia no ha sido siempre pacífica y ha llevado a más de una guerra. La península es uno de los puntos habitados más septentrionales de Segeh así como una de las zonas más desarrolladas de todo el continente tecnomágicamente hablando. Además alberga las últimas cumbres de las que se tiene constancia de la existencia de dragones ya extintos en el resto del continente.

HISTORIA

anteera

La península se conoce que ha estado habitada desde tiempos anteéricos sobre todo en por los valles sudoccidentales aunque las pocas excavaciones que se han realizado hasta el momento no han desvelado mucho sobre la cultura o la extensión de estos pueblos preahndíricos. Por el momento los estudiosos concuerdan en que se trataba de una sociedad tribal y nomádica dedicada principalmente al pastoreo. Los pocos restos físicos encontrados han sido en pequeños túmulos construidos a lo largo de los ríos, siempre con la entrada al este, lo que hace suponer un sistema religioso heliocéntrico o alguna relación entre la muerte y el sol. Los más atrevidos aventuran una relación entre la muerte y la resurrección por ser el este el lado desde el que el sol sale, aunque la mayoría de arqueólogos rechazan esta tesis por la falta de evidencias que relacionen estos dos aspectos más que las propias asunciones actuales al respecto.

primeras civilizaciones

La civilización propiamente dicha llegó a la península en los primeros años de la primera era en dos grandes oleadas, una terrestre (por el sur) y otra marítima (por el noreste) a través del estrecho de Hammar desde las islas tartóricas. Se estima que esta última fue la primera y a esos colonos debemos el primer asentamiento de la península Ithas-Erz, la actual Ivernia capital borelina. La segunda oleada la compusieron probablemente refugiados barodios que o huían de calamidades en su tierra o se aventuraron al norte en busca de recursos. Estas primeras migraciones fundaron pequeños pueblos pesquero-agrícolas por todo el territorio, incluso llegando a explorar algunas de las cumbres del Cerro del Espinazo . Aunque parece que hubo poca o nula interacción entre ambos pueblos lo que llevó a la formación de dos culturas diferentes; la sureña que cubría gran parte de las llanuras nexianas y los bosques y la costa florelina y la norteña que abarcaba el cinturón de valles fértiles que se extienden al sur de Borelia de costa a costa.

La colonización de todo el entramado montañes maeridio llegó siglos más tarde impulsado por el recién creado reino de Nexia que buscaba en las montañas recursos mineros y zonas donde asentar a su creciente población. La expansión está ampliamente documentada por las Cartas de Fundación que otorgaba el monarca de turno a todo empresario que montara su propia expedición y fundara nuevos asentamientos en nombre de la corona. Se sabe que para el año 50 2E existían varias villas recorriendo la costa maeridia y para finales de centuria las fundaciones ya se habían adentrado hasta los altiplanos de la actual Lithea, cuya villa madre se fundó en el 70 2E.

Asentamiento

El desarrollo político de la península se ha mantenido estable durante las eras, gracias a su situación aislada incluso entre las propias primeras civilizaciones (norteña y sureña) hay pocos acontecimientos bélicos que destacar en territorio ahndírico. El más destacable sería la Rebelión de los Condes , una cadena de revueltas que ocurrieron durante el 35 3E y 68 3E que acabaron liberando todos los condados al norte del río Rais del control nexio y se convirtieron en una serie de pequeñas ciudades-Estado independientes que con los años llegarían a formar la Confederación de Florelia, exactamente en el 20-6-82 3E, aunque no sin previas disputas y pequeñas guerras entre ellas. Destacable también las campañas de expansión y unificación llevadas a cabo por el duque Aerdol III. de Ivernia a principios de la 3E para unificar la subpenínsula borelina bajo un solo estandarte, aunque poco hay que mencionar en el apartado bélico ya que la mayoría de regiones se unieron voluntariamente o bien el duque las compró.

Por último, no podemos olvidar la guerra civil ocurrida en tierras nexias entre el 245 4E y el 260 4E que dejó la capital del reino, Lacorea, completamente destrozada y derruida y forzó a la corte a trasladarse a Lithea donde actualmente se mantiene. El conocido como Intento de los Favoritos se cobró incontables vidas que diezmó la población civil y puso de manifiesto ante un perplejo mundo los peligros que el mal uso de la necromancia podía acarrear.

Geografía

Por venir

países de la región

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Etimología

El sustantivo segeheo Ahnderlaun, traducido al castellano como Ahnderlanda (sustantivo) o Ahndírico (adjetivo), deriva en origen del nombre Ahnder y laun, un sustantivo que significa dominio, tierra o país y que unido a nombres propios o dignidades indica relación o posesión, por tanto Ahnderlaun significa literalmente tierra de Ahnder.

El nombre se atestigua escrito por primera vez con la forma Ahn'du-er en un códice geográfico anteérico procedente de Tartesos. En el se indica:

"(...) Existen al oeste cruzando el mar del norte (actual estrecho de Hammar) unas costas míticas gobernadas por un caudillo que monta en increíbles lagartos alados que exhalan fuego cuyas gentes son mas altos que los árboles. (...) Adoran a un ídolo de nombre Ahn'du-er que parece estar relacionado con el sol y el fuego y lo toman como patrón de su tierra.

Desde entonces su uso como apelativo de la zona se fue extendiendo hasta consolidarse como denominación de la península.