Las Manos de Furh

Las Manos de Furh son un culto religioso de Gidia, que se consideran generalmente una leyenda urbana: hay quienes creen en su existencia, pero piensan en ellos como algo marginal y oculto que esperan no ver jamás en persona, y quienes piensan que se trata sólo de un cuento para asustar a los crédulos.
Son fieles seguidores de Furh, una antigua diosa demoníaca cuyo culto fue declarado ilegal varios siglos atrás debido a la crueldad de su fe y sus prácticas. Según la mitología gidia, Furh fue una antigua reina Starzoni cuyo deseo de obtener la vida eterna era tan grande que acabó comiéndose a sus propios hijos. En su honor, se dice que Las Manos de Furh celebran sangrientos rituales caníbales, en los que matan a sus víctimas para después alimentarse de su carne y órganos, y beber o bañarse en su sangre, bajo la creencia de que así absorben su alma y energía vital. Según las leyendas, Las Manos pueden vivir eternamente mientras se continúen alimentando de víctimas humanoides. Aunque estos rituales canibalistas son los más conocidos, también se dice que celebran una gran fiesta una vez al año, en honor a Furh, en la que ofrecen a uno de los propios miembros como sacrificio para que la diosa se alimente de él, aún con vida.
Aunque hay cultos religiosos que sobre el papel siguen considerándose ilegales en Gidia, hace muchos años que dejaron de perseguirse, pero el culto a Furh, al contrario que otros, no ha experimentado un resurgir ante esta situación. Los rumores dicen que Las Manos pretenden el control total sobre su clero, y asesinan a cualquiera que la rinda culto pero se niegue a unirse a ellos.
Popularmente se usan como algo para asustar a los niños para que se porten bien ("¡Vete a la cama ya o se te van a llevar las Mil Manos!"), como en otros lugares se habla de las brujas o del hombre del saco, pero cualquier gidio temblaría de terror si volviendo a casa en una noche oscura, viese de reojo una figura cubierta por una túnica azul...

History

En realidad, Las Mil Manos fueron creadas por el Príncipe Aroden hace varios siglos, antes de la prohibición del culto a Furh. Eran una delegación dentro del ejército, y originalmente se dedicaban a investigar los problemas internos del mismo, que en aquel entonces sufría un grave problema de corrupción. Fueron la principal herramienta del Príncipe para tratar de solventar los grandes problemas políticos que habían surgido durante el gobierno de su padre, pero amenazaban una estructura de poder que afectaba a muchas de las familias y personalidades más poderosas de la época. Eligió para esta tarea a clérigos de Furh pues su religión les impedía ser deshonestos y tener bienes propios. Pronto, aquellos a quienes investigaban y perseguían, comenzaron a verlos como un gran inconveniente, y se desarrolló una campaña de difamación hacia ellos, fabricando historias falsas sobre sus prácticas y la mitología de Furh, y encargándose de que éstas se extendiesen rápidamente. No era un culto demasiado extendido, y lo morboso de las historias combinado con el misticismo del clero hizo que estas invenciones calasen profundamente en la mente de los ciudadanos. Eventualmente esto culminaría con la caza de brujas que fue la prohibición de los cultos demoníacos, con la ejecución de los miembros de dichos cleros por ahogamiento público.
La mayoría de los miembros de Las Manos de Furh fueron ejecutados entonces, unos quince años después de su fundación, pero algunos sobrevivieron y se mantuvieron leales al Príncipe, que siempre había tratado de defenderlos y protegerlos. Desde entonces actuaron como una organización independiente, manteniéndose en el más absoluto secreto, bajo órdenes directas del Príncipe (y posteriormente, de su sucesor o la persona de más poder que compartiese sus ideales y objetivos).
Las Manos de Furh han permanecido activas hasta el día de hoy, trabajando aún en secreto. Su principal objetivo sigue siendo la lucha contra la corrupción en Gidia, aunque durante los años ha ido progresando (buscando la separación entre la política y la ley, etc). Son en esencia un órgano de inteligencia, pero su existencia fuera de la legislación y la mirada pública les ha permitido utilizar métodos que de otra forma no podrían (tortura, magia de manipulación mental...). Su anterior líder tuvo una mirada más laxa, pero tras su muerte, quedó al mando un gnomo-elfo llamado Taldor Golaric, que se ha propuesto erradicar el negocio de venta de esclavos (que actualmente es prácticamente el motor de la economía gidia).

Religion

Las Mil Manos sigue siendo en esencia un culto de la diosa Furh. La historia de su diosa fue gravemente difamada durante su persecución, aunque guarda fragmentos de verdad: según el mito original, Furh fe una poderosa reina Starzoni, muy amada por su pueblo, cuyo palacio cayó en manos del enemigo; víctima de la locura por la cercanía de su muerte, decidió asesinar y comerse a sus propios hijos para evitar todo mal que el enemigo pudiese causarles a ellos o a sus cuerpos, y después se suicidó. Su alma ascendió convirtiéndose en una deidad, pero el peso sobre ella de su crimen la ató al infierno, transformándose así en una diosa demoníaca.
Se la conocía como "La Reina", y su honor era habitual realizar ofrendas, y en ocasiones el sacrificio de algún animal del cual se bebía la sangre en una analogía a su mito, para rogarle su protección. Esta tradición, junto a las torturas llevadas a cabo por las Manos, daría origen al rumor del canibalismo.
Sin embargo, la celebración anual en honor a Furh sí se trata de una práctica realizada por Las Mil Manos. La tradición evolucionó a partir de la práctica del sacrificio animal, y el objetivo es similar: se sacrifica a un miembro para tratar de salvaguardar la organización, rogándole a la diosa que les proteja. Este sacrificio es voluntario y se considera un gran honor, habitualmente reservado a los miembros más veteranos. Creen que cuando ninguna Mano se presente voluntaria para su sacrificio a Furh, será el fin de la organización. Tradicionalmente, el clero de Furh vestía túnicas de un color azul intenso: cortas por delante y largas por detrás (la longitud de la cola aumentaba con el rango), con mangas abombadas y un característico cuello ovalado (como un cuello isabelino pero liso). Actualmente las Manos sólo utilizan estas vestimentas como algo ceremonial, pero a día de hoy en Gidia se sigue asociando el color azul al mal y se lo considera una llamada a la mala suerte; es muy poco común verlo en sus ropas u otros objetos, e incluso en su arte
El rumor de que Las Manos se libran de cualquiera que le rinda culto a su diosa esconde también algo de verdad: aunque no los asesinen, sí que están atentos a cualquier indicio de que alguien venera a Furh, pues suele indicar que esa persona estará dispuesta a unirse a ellos (es una de las maneras en que consiguen nuevos miembros), o bien se tratará de alguien que pretende seguir los falsos ritos de canibalismo y se lo considera una amenaza tanto para el público como para el culto (pues va contra sus ideales). En este último caso, la visión fugaz de una túnica azul suele ser suficiente para desanimarlo en sus pretensiones, y sólo si no es así Las Manos se encargarán del problema, adoptando los medios necesarios. En general, han aprendido a utilizar las leyendas urbanas sobre ellos a su favor, y no tratan de evitar que se extiendan estas historias.

Type

Religious, Cult

Alternative Names

Las Manos o Las Mil Manos