Sesión 8. La Visión y la pesca del salmón

El extraño de la mesa resultó ser un infiltrado de la orden secreta Visión bajo las órdenes del rey. Su apariencia era realmente extraña y, cómo cuentan los rumores, su rostro parecía cambiar de forma cuando hablaba. Nos contó que estaba intentando descubrir la trama en la que estaba envuelta Riversdale y qué tenía que ver con la desaparición del hijo del conde local. Desconocía qué o quién se ocultaba tras el cuervo que nos observaba. No obstante, nos aconsejó actuar con cautela y se reveló con el nombre de Bale.

Tras la reunión, descansamos para recuperar fuerzas y nos levantamos pronto para ir a la lonja en busca de pistas. Hablamos con un pescador local, quien nos contó más información sobre el extraño salmón argénteo y su elevado precio. Al descubrir su paradero, nos preparamos para partir alquilando unas pequeñas barcas para ir río arriba.

Mientras esperábamos a que Josef regresara con las barcas, Balran empezó a cocinar pescado en medio de la lonja atrayendo la atención de la gente e, incluso, empezando a preparar espetos para venderlos por doquier. En mi opinión, es el más perturbado del grupo o el más lúcido, pues empezó a ganar buenas cantidades de dinero.

No obstante, el tenderete de espetos le duró poco cuando la guardia apareció por la zona pidiendo explicaciones. Esto acabó con Balran transformándose en gato y corriendo, a duras penas, de los guardias sólo para después aparecer unos minutos después en forma de araña en el hombro de Josef. Esto acabó asustándolo y haciendo que aplastase a Balran, el cual emergió en su forma humanoide cayendo encima de Josef.

Sinceramente, un espectáculo tan divertido como lamentable a la vista. Tomando las barcas, nos pusimos en rumbo hacia la cueva bordeando la costa. Al llegar, atacamos a los lagarto-leones que habitaban el lugar acabando con casi todos ellos. Fue un combate intenso pero nos sirvió para no agarrotarnos y adquirir más experiencia grupal en el combate. Skippy, mi recién bautizada tortuga animada, acabó con un par de ellas. Hasta la fecha es mi mejor creación, aunque mis compañeros me propusieron, en un futuro, tratar de construir un gran barco y tratar de comprimirlo en un espacio diminuto. Es un gran reto, pero quien sabe, los caminos de la magia son misteriosos.

En la cueva, Josef y yo nos dirigimos al interior mientras que Yorbehk desollaba las piezas. Dentro, encontramos un banco de salmones que fulguraban mientras caía el sol. Con mucha dificultad, agarré uno de la cola y pude sacarlo del agua antes de que se me resbalase. Así fue como conseguimos lo que veníamos buscando y partimos antes de que se pusiera el sol.