Galaxia Elíptica ó "Yerra"

Han pasado casi quinientos años después de la caída del imperio dracónico debido a conflictos internos los cuales se sabe ahora fueron instigados por el desparecido reino Aelfico al enviar a sus ladinos agentes a esparcir ideas contrarias a las leyes instauradas por los grandes señores dragones ocasionando con esto un ambiente de desasosiego e intranquilidad entre la población, esto desembocó en una cruenta guerra civil en la cual muy a pesar de las mejores intensiones de aquellos majestuosos seres y sus aliados los elfos de las sombras lo cual hizo que ellos reconocieran al final el derecho de sus antiguos súbditos a gobernarse por si mismos y cometer sus propios errores de esta manera los dragones se retiraron a un lugar más allá del alcance de las maquinaciones de los astutos altos aelfos, mientras que aquellos quienes los habían apoyado durante milenios han permanecido recluidos en los territorios de su clúster el cual permanece envuelto en las más densas sombras aún para los sistemas de detección más modernos. En las décadas subsecuentes los territorios se reorganizaron múltiples veces en repúblicas o imperios los cuales permanecieron guerreando unos con otros por diversas causa o motivaciones, pasando por las más nobles ó inclusive las más obscuras y perversas, Y así permanecieron hasta que las diversas razas que los habitaban consiguieron tener una organización estable en la forma de la mancomunidad de razas semi-planares la cual agrupaba a los assaree, el kyrie, el serrah y los tiernarth, el consorcio humano-zhuli-sylph-undine, el gran imperio drakor, el insidioso reino Aelfo y la gran Alianza orcoide. Pero al pasar de las centurias la mancomunidad de seres semi-planares fue tomando una gran fuerza y preponderancia dentro del concierto de las naciones galácticas debido a que aunque por separado las razas que lo componen no eran muy fuertes, al unirse en una sola fuerza consiguieron gran poder debido a sus descubrimientos propios en los campos del viaje espacial, los sistemas de armas, el desarrollo de armaduras mecanizadas, las ciencias tecnoarcanas y las comunicaciones, estas transformaciones no agradaron para nada al siempre intrigoso reino de los altos-aelfos quienes bajo el infame pretexto -manejado así por su gran rey Gaelenhil séptimo para su gente- de que esas especies cometían una blasfemia contra la pureza de sus propias esencias al unirse de maneras indecibles e indescriptibles y atacaron sin previo aviso a la mancomunidad lo cual le granjeo a estos pérfidos seres muchas victorias rápidas al tomar desprevenidas a las defensas de estos seres impuros (según ellos). Pero con el pasar de los meses las fuerzas de la mancomunidad se reorganizaron y fueron capaces de reagruparse consiguiendo detener a sus atacantes en una fina línea de sistemas los cuales eran de un interés altamente estratégico para ambos bandos envueltos en la confrontación aunque sabían que no podrían vencer a estos enemigos tan astutos y taimados sin ayuda, así pues enviaron embajadores a entrevistarse con los gobernantes del consorcio humano y el gran imperio drakor, de estos grandes señores solo respondió de manera afirmativa el gran emperador drakor Thernag Bargarth Wargth enviando a cuatro de sus quince flotas imperiales drakor a dar un golpe sorpresivo por el flanco expuesto del reino de sus ahora adversarios logrando de esta manera entrar de una manera profunda dentro de su territorio obligándolos a retroceder hasta más allá de sus fronteras de antes de la expansión por su no declarada guerra al consorcio. Esto dio tiempo suficiente a las fuerzas de los semi-planares para lanzar un contraataque el cual termino por derrotar a ese terrible enemigo, -el cual fue incapaz de sostener una guerra de aquellas proporciones en dos frentes-, esto no lo consiguieron los mancomunados sin que debieran pagar un gran precio por la victoria final al terminar reduciendo aquel gran reino de doce clústeres a solo tres al final de la guerra y obligarlos a pagar las compensaciones correspondiente a los vencidos. Sin embargo la desgracia se abalanzó sobre los aelfos cuando tan solo cincuenta años después de su ignominiosa derrota, fueron atacados por una gran flota de la alianza de orcoides la cual terminó por poner el último clavo en el ataúd de este moribundo reino ya que aunque pidieron ayuda de los otros territorios estos no movieron un dedo para apoyarlos a la espera de levantar los vestigios que terminasen quedando de tal confrontación. Al final los orcoides devastaron a sus enemigos ancestrales con el beneplácito de los demás territorios quienes solo recibieron a los refugiados y en muchos casos terminaron esclavizándolos, como en el caso de los assaree, los drakor y los tiernarth o adoptándolos como tropas auxiliares en el caso del Kyrie y el Serrah. Al día de hoy los sistemas de la mancomunidad son de los más prósperos dentro de la galaxia elíptica de Yerra al colindar con los restos de los sistemas centrales del antiguo imperio dracónico lugar al cual dirigen de manera periódica expediciones en búsqueda de materiales desarrollados en sus postrimerías, investigaciones en diversos campos, etcétera, aunque dentro de los diversos miembros de sus altas esferas hay quienes creen que aquello que terminó por derrumbar a los ahora altamente disminuidos aelfos quienes mal viven errando en sus derruidas naves colonia por la galaxia buscando de manera fútil uno o varios mundos donde establecerse mientras son perseguidos de cerca por las agencias más temibles de la mancomunidad encarnadas en sus cuerpos de infiltración psíquicos mejor conocidos por la gente como psi-corps ó si no son cazados por caza recompensas y mercenarios para venderlos como esclavos.