Eon
14/4/8542 d.V.
El mundo de Eon ya no es nuevo. Decenas de miles de años han pasado, imperios han surgido y caido, razas nacen y se extinguen y cataclismos naturales y mágicos han acontecido. El mundo ha sufrido, muerto y renacido.
Las razas inteligentes han explorado casi un 90 % del planeta, se ha cartografiado gran parte de los terrenos de tierra y mar.
Los 3 dioses y los 3 demonios siguen en sus planos otorgando poder a aquellos que creen, pero su influencia es mínima. Aquellos con una conexión a entidades superiores son considerados locos o líderes.
Las razas dominantes (elfos, enanos, orcos, dragonborn, aakaroca y humanos) tienen reinos bien definidos, territorios marcados por grandes murallas o cadenas de montañas, incluso algunos por grandes cuerpos de agua. Pero el mundo no es nuevo y el crecimiento de la población mundial exige recursos día a día hasta el grado de desabasto.
La tensión entre los reinos principales aumenta conforme los recursos se acaban. Los reinos invierten en su milicia y fortifican sus defensas. Se crean alianzas poco probables y diferencias ya existentes se profundizan. Los acuerdos de paz no contemplaban este escenario.
Eon está en la ruina de recursos, una guerra global es inminente, los dioses dejaron de bajar al plano material. Ningún texto sagrado habla de este momento, el Fin del Mundo a manos de los mismos habitantes.