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La Exaltación de los magos

El despertar del mago

Muchas culturas a lo largo y ancho del mundo han llamado magia a aquellas fuerzas que no comprenden, desde los poderes de los dioses, hasta incluso ciencias que sus mentes no pueden llegar a comprender. Incluso cosas que no son magia pueden ser tratadas como ello, como cuando un individuo ve con reverencia ritual y misticismo sus propios poderes mentales, o cuando en una religión se adora y celebra a los elementos de la naturaleza y se confunde a un Elementalista con un mago. También, para otras culturas, las complejas ciencias robóticas, cuerpos con avanzados nano constructos de fuselaje de nave espacial que son los ángeles y sus sirvientes humanos son confundidos por magia o divinidad.
Pero nada de eso es magia. Todas esas sobrenaturales corrientes van por otro lado. Puede ser místico y ritual, si, pero no es obligatorio y será más que nada un efecto placebo o una manera única e idiosincrática de acceder al mismo poder que otros tienen. Con otro sabor, pero el mismo efecto, por así decirlo.
Incluso la alquimia tiene mucho de este “poder de la creencia”, pues si bien la gran mayoría de los alquimistas son reputados científicos (incluso algunos llegando a ser ateos), otros cuentan con rituales y supersticiones místicas al momento de practicar su ciencia, llamada despectivamente por algunos allegados como pseudociencia. Ese poder de la creencia causa, por razones desconocidas, que sus habilidades científicas, cálculos matemáticos y demás, fallen de manera miserable si es que los rituales chamánicos o druidisticos no se cumplen. Pero al fin y al cabo es simplemente otro camino para el mismo fin.
Pero la magia si existe. Lo mistico, mistico y profundamente desconocido efectivamente habita este mundo y se mezcla en una misma cosa. Aquella “cosa” es la capacidad de alterar la realidad de una o cuatro maneras profundamente conectadas al planeta donde se vive, y por lo tanto si se abandona el planeta se pierden estas cualidades.
Los magos tienen almas ascendidas, pues ya no son comunes. No son almas humanas, no son almas Elesh, no son almas Minoicas. Son otra cosa. Son una batería de energía que está intrínsecamente conectada al planeta y a uno de los cuatro elementos que lo conforma, y que a su vez, está conectada al funcionamiento de la realidad tal cual la conocemos.
Estas almas son inmortales, su energía no se destruye, se altera y cambia de forma nada más. Los hechiceros simplemente nacen porque esta fuente de energía, esta alma escapó de un cuerpo a otro. Son almas atadas a un único ciclo de muerte y resurrección, por lo tanto uno no se hace, uno nace. Simplemente tienes esta batería, o no.
Luego los propios hechiceros pueden ser ignorantes o sabios sobre su propia condición, pues esta exaltación del alma les provee de un enorme conocimiento y sabiduría más allá de sus años. Algunos creen que el alma es una sola, y va saltando de cuerpo en cuerpo. Mientras que otros creen que esta fuente de poder akáshico se pega al alma de uno en el nacimiento y la muta, para luego abandonarla y volver a buscar otra alma ya existente para pegarse y alterarla otra vez. Nadie sabe a ciencia cierta, y los eternos debates se pueden dar a lo largo del ciclo kármico de un mago, pues efectivamente los magos pueden acceder a las memorias de su antigua encarnación, y continuar el debate donde lo dejaron por última vez.
Estas memorias o registros akáshicos no son perfectos, están muy marcados por el entorno y contexto, por lo tanto son más bien como un instinto o recuerdos que uno no sabe explicarse, más que simplemente continuar viviendo luego de morir.
Por lo tanto, no debería sorprender que estas almas capaces de romper con las barreras cósmicas del universo, capaces de acceder a conocimientos y/o instintos que pocos pueden tener, y tener una conexión casi de horóscopo con un elemento, tengan un control sobre el mismo.
Efectivamente, los diferentes hechiceros de diferentes elementos pueden controlar y moldear su elemento. No se elige, simplemente se nace controlando uno, algo que viene de tu linaje, pues todas las encarnaciones manejan siempre el mismo elemento. Por esto mismo, los hechiceros más banales, los que utilizan hechizos elementales o simples, son confundidos con Elementalistas, que pueden hacer exactamente lo mismo pero mejor. Pero allí las diferencias terminan.
El hechicero tiene un elemento, pero también tiene un dominio. El elemento es el, valga la redundancia, elemento que existe en el universo, y el dominio es un aspecto de las leyes del universo que, mediante el elemento, el hechicero puede controlar.
Los dominios también son únicos, como el elemento. Y ellos son:
Fuego-Energía
Tierra-Materia
Agua-(A determinar)
Aire-Mente

El color de la magia

Para propósitos completamente literales, el elemento hace al mago, lo crea y moldea a medida que crece. Las memorias akashicas de individuos moldeados por el mismo proceso ayudan a que esta corriente se mantenga, procurando que el poder de alterar los elementos sean obtenidos por un mismo abanico de gente. Abanico muy grande e inclusivo, pero al final del día uno que no es infinito.
Existe muchísimo lugar para la disidencia, pero eso causaría que el hechicero pierda la sincronía con su elemento, haciéndolo menos efectivo, pues no comprende, o recela y lucha contra las fuerzas naturales que lo guían en su camino al descubrimiento espiritual. Otros, mediante filosofía personal, enorme fuerza de voluntad y dominio de la mente, pueden forzar al elemento, logrando comportarse como se les dé la gana sin perder sincronía. Y no son pocos, en todo caso.
Las memorias de los hechiceros pasados moldeadas por el elemento dan lugar a cierto tipo de individuos, y muchos consideran aquellas características como una suerte de horóscopo. La aceptación de los arquetipos varían de mago en mago, pero siempre tienen un enorme grado de verdad.
Los hechiceros de fuego no son temperamentales, en realidad. Uno creería que sí, pues reflejaba la potencia destructiva y siempre cambiante de la llama. Pero no, ellos prefieren ser conocidos por el auto control. Después de todo, cualquier elemento puede destruir tan fácil como pueda, los tornados, maremotos y terremotos dan fe de ello. Pero si es cierto que el fuego es más común, el culpable de siempre en estos accidentes, y por lo tanto los hechiceros de fuego son personas con una enorme capacidad para ejercer el autocontrol. ¿Que clase de auto control? Eso lo decide la persona. Algunos pueden mantenerse tranquilos bajo presión, mientras que otros pueden ser paladines que resisten cualquier tipo de tentación carnal, vivir vidas de austeridad, etc. La capacidad de controlar perfectamente la llama sin ser destruidos por ella.
Magos del agua representan los ríos, los océanos, e incluso las profundidades desconocidas de las fosas marítimas. Relajados como el río Nilo, o capaces de desatar una tormenta al haber ofendido a poseidón. Gente en una completa y a su vez compleja conexión con sus propias emociones, por lo tanto también tendrían una gran intuición al leer emociones en los demás. Los océanos son los lugares menos explorados del planeta, y por lo tanto no es raro que los magos del agua sean los más misteriosos e imaginativos al utilizar sus poderes. Al fluir como el agua uno puede adaptarse a cualquier situación y cambiar con rapidez.
Debajo, en el centro, se encuentran los Cthonicos, los hechiceros de la tierra. Universalmente los que más están en contacto con lo mundano, menos en lo místico. Sus poderes funcionan de maneras muy literales, algo “cuadradas” por así decirlo. Estos son los magos temperamentales, los que se dejan guiar por sus propias emociones, los que las utilizan como combustible para su cósmica magia. La magia de la tierra permite estar en contacto con los sensuales aspectos de la vida y la muerte. Tozudos y poseedores de una enorme fuerza de voluntad, también pueden ser dados a la estasis, la inactividad total y pereza.
Los Aetheristas, hechiceros del aire, combinan las pasiones crudas de los ctónicos, y los cambios de humor de los hechiceros del agua, creando individuos juguetones y bromistas, dados al libertinaje. Es una cuestión de intuición al verlos. Todos ellos se mueven como su elemento, rápido y sin mucho apego por lo material, un día vinieron y al otro se fueron, completamente desapegados y despreocupados por el mundo. Al igual que las mareas ellos un día pueden acariciarte con una suave brisa, o desatar un tornado terrible, devastando todo a su paso, pero a diferencia de los hechiceros de las mareas ellos no se adaptan, simplemente se van. Con un cuenco se puede contener el agua, pero con absolutamente nada puede contener la brisa.    

El ascenso del mago

      ¡Ahora la parte que todos se mueren por saber! ¿Qué es exactamente lo que hace un mago que otros superpoderes del mismo planeta no hagan? Claro que hay muchísimo espacio para la superposición, que es un evento que ocurre cuando poderes de diferentes fuentes hacen exactamente lo mismo. Después de todo, los magos son elementales por naturaleza, por lo tanto pueden ser confundidos por Elementalistas a su temprana edad, donde no conocen hechizos demasiado complejos. Incluso algunos hechiceros pueden leer la mente, como los telépatas, o ver e interactuar con fantasmas, como casi cualquier psíquico o hechicera de sangre.   Nuevamente se debe entender al elemento y a su dominio.   Para comunicarse con fantasmas, por ejemplo, los magos tienen cuatro formas diferentes dependiendo de su elemento y dominio:   Los hechiceros de fuego tienen el fuego de Prometeo, este fuego interior es, de manera literal, energía que les rebalsa el cuerpo, y en su presencia o proximidad todos los espíritus y fantasmas cuentan con un poder aumentado, logrando manifestarse de manera mucho más fácil. De esta manera, tanto el hechicero como cualquier transeúnte atrapado en el camino del espíritu chocarrero puede interactuar con el espectro de manera normal, sin necesidad de un médium.   Los Aetheristas están extremadamente conectados con la mente y con el viento, logrando hablar y oír apariciones como si fueran psicofonias. Incluso pueden transmitir esto a otras personas.   Los Cthonicos mediante barro u otros elementos sólidos pueden crear golems, recipientes que un fantasma dispuesto o indispuesto puede ser almacenado por tiempo limitado para permitir una interacción natural. (El setting es completamente medieval, pero este mismo poder funcionaria para incluso meter un espíritu dentro de una computadora).   Lo interesante con los hechiceros del agua es que tienen dos formas. Comparten la forma de los ctónicos siempre y cuando el recipiente sea un material húmedo (como el barro o la arcilla). Pero también pueden hablar con fantasmas, espectros o espíritus siempre y cuando estén en contacto con agua, o incluso hablándoles al reflejarse en agua. Baños de inmersión, o bucear en un río.  

Mas poder, incluso

  Los magos del fuego dominan la energía mediante el fuego. Sus poderes más básicos son lanzar bolas de fuego y manipular la flama de maneras bíblicas y otras formas encontradas en otras religiones. Pero también pueden curar, rebalsar de energía el cuerpo de la persona a nivel celular. La energía es todo lo que nos rodea, y ellos la pueden manipular a voluntad. Al verte con la mirada simplemente pueden dejarte completamente exhausto, o al contrario, animarte. Un dominio más profundo de la energía puede derivar en un hechicero que a voluntad puede crear relámpagos, escudos cinéticos, hacer que todas las cosas que lo toquen a uno salgan rebotadas hacia atrás, e incluso lanzar rayos láser. Hay rumores de hechiceros que te pueden hacer explotar a voluntad.   Los poderes de los magos Ctónicos son muy poco místicos, muy poco chamanisticos en su gran mayoría. Pues lidian con la materia, y para las razas más antropocéntricas esto deriva en herramientas. Además de mover y modificar la tierra de maneras básicas, ellos pueden alterar la cultura material. Las herramientas las pueden volver perfectas, lo que significa que incluso herramientas que no deberían funcionar para una cosa, de repente si lo hacen. Un ejemplo de esto es hacer una operacion a corazon abierto con un cuchillo de cocina, y que resulte que es la mejor herramienta del mundo, una tijera para el cabello ahora puede cortar placas de metal para ayudar en la producción de armaduras en un reino (este hechizo no funciona para hacer que una espada tenga filo perfecto, solo funciona con herramientas). Etc. Pueden volverse uno con la tierra, pasar a través de materiales sólidos, anularle el filo a las espadas, hacerlas irrompibles, hacerse inamovibles, etc.   Los Aetheristas son más sutiles en sus poderes, pues uno no puede ver el viento pero sabe que está ahí debido a sus efectos. Por eso mismo, pueden moldear el viento a voluntad, pueden atraparlo. Hacer tornados, bolas de aire comprimido, e incluso empujar con chorros de viento es muy usual. Pero sus poderes mentales funcionan bajo el mismo concepto, pues pueden esparcir rumores en el viento, escuchar conversaciones lejanas mediante las brisas, escuchar pensamientos de la misma manera, incluso generarle a una persona tanto ruido blanco que resulta en tortura, e incluso utilizar la famosa voz de sirena, proyectando emociones con la voz e incluso poner a la gente en transe, maldecir lugares con el eco de su voz susurrando maldiciones que jamás abandonaran de lugar, etc.  

La Sociedad de Almas

    Los hechiceros no cuentan con una sociedad o una conspiración. Al contrario, se cuelgan de las sociedades ya existentes y las conspiraciones ya existentes. Pero de todas maneras las excepciones existen. Los Hechiceros del agua prefieren moverse en clanes, criando nuevos hechiceros que encuentran en su camino y adoptandolos de sus familias para llevarlos con el resto del clan, pero nada más que eso, solo funcionan como una familia grande, no una organización con objetivos. De todas maneras, la cooperación y hermandad es muy usual, pero su sociedad es extremadamente caótica, anárquica y descentralizada, producto de la reencarnación. De todas maneras, entre hechiceros a su cultura e historia compartida le dicen “La Sociedad de Almas”. Es extremadamente raro que un no-mago se refiera a ellos de esa misma manera, pues son muy celosos con su conocimiento.   Mitos, historia, hechizos, artefactos extraños y encantados. Esas cosas ocultan de la sociedad. Su aceptación varían de sociedad en sociedad, los Elesh y Minoicos los toleran, mientras que los Edekhanes, Mumbleres y la Santa Sede los persigue a muerte debido a que tienen mejores fuentes de poder para sus máquinas de guerra. Con dos de los cinco poderes del mundo tolerando los prefieren no hacerse odiar más, y siempre que hacen su presencia pública deben ayudar o aportar algo a la comunidad, servir y curar a los afligidos, reparar y enmendar lo que está destruido, etc. Como su sociedad secreta comienza y termina con su historia compartida y cultura deben hacerse irremplazables para la sociedad en la que viven, o ganarse más enemigos. Pues, de todas maneras existe gente que quisiera saber esos deliciosos secretos, y mientras menos sepan mejor.   Los magos saben muy bien los peligros que puede conllevar que uno de los suyos se convierta en un apóstata y decida doblar la voluntad de los demás con sus poderes. Especialmente porque estos individuos mal contados, egoístas, caóticos en extremos, corruptos política y espiritualmente, son los que fácilmente son tentados por el quinto elemento. Los hechiceros apóstatas están solos, sin ninguna otra persona de la sociedad de almas que pueda defenderlo o ayudarle en caso de peligro, y si son idiotas usualmente son secuestrados por reyes que les sacan sus poderes, o trabajan para ellos de manera consensuada. Por eso mismo fragmentos de la historia secreta de la sociedad de almas termina a manos de gente borracha de poder y hambrienta por más.   O peor aún, terminan siendo torturados por información por el ya mencionado quinto elemento. La entropia. Los Nigromantes...

Enemigos mortales

Los hechiceros no nacen, renacen. No mueren, se transforman. Algunos pueden tener amistades que duren más de una vida, romances que duren más de una vida, e incluso rivalidades que duren más de una vida.     En tu vida pasada fueron enemigos mortales. Y simplemente no sabes explicarte porque te tomas a mal todo lo que dice o hace.   Es por eso que a veces el peor enemigo de un mago es otro mago.     Como los hechiceros no tienen una sociedad establecida, solo tienen cónclaves secretos, o clanes o espacios culturales, no pueden hacer mucho al respecto. Lo único que pueden hacer es interponerse en el camino de dos magos en colisión para asegurarse de que ninguna persona normal salga lastimada.   Pero los hechiceros cuentan con un lugar privilegiado entre las filas de los cazadores de vampiros y cazadores de demonios. Son aliados naturales, amigos casi instantáneos al cazar aquellas entidades sobrenaturales que acechan en el mundo, y el otro tiene un lugar privilegiado en la caza de un vampiro al lograr hacer que salga el sol con un simple hechizo, por ejemplo.   Eso provoca que los magos sean odiados por los licántropos, demonios y vampiros. Por meterse donde no deben. No ayuda, tampoco, que su carne y sangre sea una delicia que les provee de un enorme sustento.   Pero a la vez son enemigos jodidamente temidos. Un mago ctónico puede transformar todas las armas de una turba iracunda en armas de plata con tan solo quererlo. Un mago de fuego puede lanzar fuego contra un vampiro, puede lanzar los rayos del sol como proyectil. Un mago de agua puede obligar a un vampiro a expulsar toda la sangre de su cuerpo...y la lista sigue y sigue.   Es por eso que las familias de aristócratas vampiros conservan muchos objetos mágicos, en caso de que algún mago venga a molestar. Reliquias de enorme poder que aseguran una mutua destrucción asegurada al ser utilizadas. Y los vampiros a diferencia de los magos pueden regenerar heridas horrendas. Molon labe es la moto más utilizada.   Los licántropos al ser igual de descentralizados en su comunidad no tienen tanta suerte, y a lo largo de la historia magos de tierra han ayudado a grupos de cazadores de licántropos a causar verdaderos pogroms de los hombres lobos. Asesinandolos a ellos, y a sus familias mortales para asegurarse de una buena limpieza.   Los nigromantes son otro enemigo mortal de los magos. Pero eso será revelado en otro momento. Ellos y su rivalidad con los hechiceros es legendaria, pues a diferencia de los magos, los nigromantes si conservan recuerdos de una vida a la otra, creando rivalidades recalcitrantes de odio y malicia, amores que están destinados a convertirse en obsesiones terribles, y un miedo a la muerte que depara en crear y buscar rituales prohibidos y tabúes para asegurarse de que la vieja cosechera nunca venga a por uno, una combinación de la estasis y de la mutabilidad pues, quieren vivir para siempre, pero no quedarse estancados como la pesada maldición sanguínea de un vampiro. Utilizando las rivalidades que los magos tienen con las sociedades como los Edekhanes, los Mumblere o la Santa Sede para obtener la ventaja en la lucha utilizando actores del mundo no mágico. Y también manipulando a las demás entidades sobrenaturales al encontrar un enemigo en común.   Por eso mismo, un nigromante, en corto, es un enemigo tan peligroso. No solo es un hechicero poderoso. También tiene conexiones políticas, y conexiones mágicas.

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Los hechizos simples, como el mover y alterar el elemento indicado son cosas simples, actos reflexivos. También, otra diferencia con los Elementalistas es que ellos tienen una mayor facilidad para hacerlo de manera reflexiva. Mover un montículo de tierra es fácil para ambos, pero ya cuando se sobrepasa el peso del propio cuerpo es ahí donde los Elementalistas sacan ventaja pues ellos a diferencia de los magos solo deben pedir prestada energía de los elementales para sobrepasar sus límites, mientras que los magos no pueden hacer eso. Y, por lo tanto, para tener logros comparables a los que un elementalista puede hacer sin concentración ni preparación previa, un hechicero debe meditar y concentrarse, incluso hacer un ritual y juntar energía del ambiente.
  El mismo principio funciona para los hechizos, un mago del fuego sin problemas puede lanzar una bola de fuego. Pero al momento en que deseé lanzar un relampago deberá prepararse con anterioridad o arriesgarse a agotar su alma, quedarse sin combustible y efectivamente quedaras exhausto.
Los medios para practicar magia son también variados. Algunos prefieren varitas mágicas pequeñas, tal vez del tamaño de un brazo, mientras que otros requieren báculos de diferentes elementos, desde metal hasta el fémur petrificado de una persona. Son objetos cargados con mucha energía, positiva o negativa, energías que los fantasmas y espíritus exudan para elicitar respuestas emotivas de la gente a su alrededor. Como algunos espíritus necesitan alimentarse del miedo o la ira, cargan un objeto o un área de energía negativa para facilitar la obtención de estos sentimientos mediante estímulos y simulacros. Se entiende la idea, objetos o materiales que fantasmas y espíritus, o incluso elementales, sientan cercanos a lo que los ata a este plano.
El alma arde como la llama de un mechero de bunsen, elicitando cambios en el propio telar del universo. Dependiendo de qué tan fuerte esta llamita arda es que se ven muchos cambios, son más o menos sutiles y poderosos, etc.
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Aire, Agua, Tierra y Fuego.

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