Bharā

En el principio, existía el caos, gris y sin forma. De él nacieron las diosas gemelas de la luz y la oscuridad, y juntas nutrieron los mundos que había a su cargo. El más bello de ellos, fué el origen de la discordia de las dos hermanas, pues una anhelaba llenarlo de vida y bañarlo con luz y calor, pero la otra prefería la quietud y el silencio de las criaturas nocturnas. Ambas discutieron, su conflicto agitó el caos restante, y originó a los dioses de la guerra, el odio y la traición. Cuando la diosa de la luz perdió la paciencia, estuvo a punto de tomar una llama elemental y hacer arder todo para que nadie lo tuviera, fué entonces que cuando alargó su mano para tomar el fuego, vió del otro lado de la gran antorcha, a otro mundo, tan bello como el primero. Ambas hermanas dejaron de lado su riña, pero ya era tarde, había nacido muchos dioses, que habían hecho de las suyas mientras ellas discutían. Algunos se aliaron con la diosa de la luz, pues su obra le agradó. La diosa de la oscuridad se sintió traicionada, y reunió a las demás deidades, para deshacer la traidora obra.