La Defensa de Fateus
General Summary
Finalmente el escuadrón liderado por Balderk y Jaytax llega a la cueva en el norte. Cerca de la entrada descubren un oso muerto y devorado por criaturas desconocidas, el grupo se detiene pensativo un momento pero avanzan con determinación hacia la cueva y se dividen. Balderk, Jaytax y Kormak ingresan camuflados y sigilosos a la cueva con la sospecha de que ya no está abandonada y después de unos minutos recorriéndola lo confirman. Dos trolls de piel verde, babas venenosas y sangre amarilla se han adueñado de la cueva y parecen estar tan cómodos que no se percatan a tiempo de la entrada táctica del grupo y deben entrar en batalla mal preparados (afortunadamente) y uno de ellos desarmado. Rápidamente los 3 héroes descubren que sus enemigos son más de lo que parecen y por un momento Kormak, comportándose extrañamente como si no fuera él, considera retirarse, pero la tenacidad de Jaytax y la valentía de Balderk lo ayudan a quedarse y seguir luchando hasta que terminan con ambos enemigos quienes después de caer, se hacían los muertos, se volvían a levantar y envenenaron al grupo con algo que los debilitaba casi hasta los huesos. Cuando la batalla terminó los 3 estaban envenenados y Balderk estaba casi en sus huesos, como si hubiera perdido sus ganas de vivir y no hubiera comido durante unos meses. Al revisar el lugar encuentran solo unas pocas armas útiles y la comida destruida lo cual desanima al grupo. Débiles y sin un botín suficiente, el grupo decide quedarse varios días en la cueva ya que el veneno los haría presas fáciles para otro enemigo. Exploran al cueva, hacen un mapa, recogen las pocas cosas útiles y Balderk se dedica a preparar una serie de trampas mágicas para proteger la cueva en caso de que los habitantes de Fateus tengan que ir y por alguna razón no puedan ir a Meikos. Las trampas atacan a todo enemigo que entre pero son bastante costosas, sólo Balderk “el emprendedor” y Kormak “el generoso” donan su oro para construir los custodios ya que ambos saben que tener un lugar seguro donde llegar o al menos al llegar entender que ya no es seguro es muy vital cuando se trata de huir con un grupo tan grande. Jaytax y Vladimir guardan silencio y no donan oro a la causa. Rápidamente las trampas demuestran tener gran efectividad ya que una aterradora salamandra, al parecer venenosa, activa uno de los custodios y muere en el acto.